El 1 de julio de 2025 nos llegó la triste noticia del fallecimiento del Profesor de Historia del Derecho y de las Instituciones, Fernando Fontes Migallón, persona muy querida en el Departamento de Derecho Romano e Historia del Derecho y en esta Facultad de la Universidad Complutense.
Fernando Fontes Migallón nació en Madrid el 2 de julio de 1957. Era el mayor de cuatro hermanos. Estudió el Bachillerato en el Colegio de Santa María de las Nieves, también en Madrid. Huérfano de padre y madre desde los 14 años, hizo desde muy joven el papel de pater familias. Cursó como alumno los estudios de la licenciatura de Derecho en la UCM entre 1975 y 1980. Tras licenciarse en Derecho, seguidamente se matriculó en el Máster en Asesoría Jurídica de Empresas por el Instituto de Empresa, Máster en el que se graduó en el verano de 1981. Era aquel un brillante alumno de derecho, que deseaba incorporarse inmediatamente al mundo profesional. En el curso 1980-1981 ya formaba parte como Abogado de la Asesoría Jurídica de la Universidad Complutense y, en el cuso siguiente, entró a formar parte del plantel de Abogados del prestigioso Despacho de Luis Martín Mingarro.
Fernando Fontes siempre tuvo una marcada vocación docente. inició su vida académica en la Facultad de Derecho de la UCM el 1 de octubre de 1983, como Profesor Ayudante de «Historia del Derecho». Empezó a preparar su tesis doctoral de la mano del catedrático José Antonio Escudero López. Su tesis llevaba por título El Consejo de Ministros en el reinado de Fernando VII. En su trabajo, el profesor Fontes Migallón estudió la evolución histórica de esta institución desde el año 1808 hasta 1834, demostrando que aquel Consejo de Estado fernandino tuvo una actuación determinante en muchos de los sucesos políticos de aquel convulso reinado. En su tesis también estudió la organización, funcionamiento y competencias de aquella importante institución. La tesis fue defendida brillantemente en 1986 ante el Tribunal formado al efecto, que quiso otorgarle la máxima calificación. Esta excelente tesis fue además propuesta para Premio Extraordinario por el entonces Departamento de Historia del Derecho y de las Instituciones de la UCM y, finalmente, el Profesor Fontes Migallón obtuvo aquel reconocido galardón.
Fernando Fontes continuó su carrera académica con la obtención de una plaza de Profesor Titular de Historia del Derecho en la misma UCM, mediante oposición celebrada en aquel mismo año de 1986. Tomó posesión de su plaza el 21 de enero de 1987.
Muy pronto compaginó sus labores docentes con importantes funciones de gestión en la UCM. El 18 de diciembre de aquel mismo año 1987 fue nombrado Vicerrector de Fundaciones por el entonces Rector de aquella Universidad, el catedrático don Gustavo Villapalos Salas. Desde ese momento se convirtió en un estrecho colaborador del profesor Villapalos en distintas funciones del Gobierno de la Universidad. Desempeñó el puesto de Vicerrector durante dos años, hasta el 20 de diciembre de 1989. Seguidamente, en 1992 fue nombrado director de los novedosos Cursos de Verano de la UCM en El Escorial y Almería, cargo que ejerció con gran eficacia durante dos años, primero como codirector y luego como director único. Aquellos Cursos de Verano se convirtieron pronto en un referente en el panorama universitario español. También desde 1993 fue nombrado miembro del Patronato y de la Comisión Ejecutiva de la Fundación General de la UCM, donde continuó su estrecha colaboración con el Rector Villapalos. También compaginó sus tareas docentes con la colaboración en distintas actividades del Instituto de Empresa desde el año 1995.
Quizás la nota más característica de Fernando Fontes es su marcada vocación docente. Tenía pasión por la enseñanza y conectaba con facilidad con los estudiantes de primero de Derecho a los que daba clase. Impartió muchos años la asignatura de Historia del Derecho y, más tarde, la de Fundamentos del Derecho moderno y contemporáneo. Fue muchos años Profesor en el Doble Grado de Derecho y Ciencias Políticas de la UCM. Era frecuente verle en los pasillos en medio de un corro de alumnos, con los que empatizaba con facilidad. Se percibía que llegaba a tener con ellos cercanía y una verdadera amistad. Fernando era muy amigo de sus amigos y muy querido por ellos. Tenía ese don especial de hacer sentirse especial a las personas con las que trataba. Gran conversador y mejor oyente, siempre escuchaba con interés y tenía un consejo para dar a quien quisiera recibirlo. Por ello, cuando en enero de 2025 corrió la voz de que estaba muy enfermo, fue una conmoción para todos, no solo entre sus compañeros del Departamento, sino también entre sus antiguos alumnos. En los meses siguientes a su delicada operación, con frecuencia algunos de ellos se acercaban a interesarse sobre la evolución de su estado de salud.
Finalmente, Fernando entregó su alma a Dios el 1 de julio de 2025. Recuerdo a alguno de sus alumnos con lágrimas en los ojos al conocer la noticia. Fernando nos ha dejado el recuerdo de haber sido un gran compañero y un magnífico profesor de Historia del Derecho. Descanse en paz.
José María Puyol Montero